¡Hola a todos!
Este finde no era un finde cualquiera, ya que nos íbamos de
acampada con todo el grupo (la tradicional primera acampada).
Durante la semana, hemos tenido bastante trabajo, ya que como
los equipos de vida ya están formados, había que escoger un nombre para ellos,
y no solo eso, un nombre para la unidad y queríamos escogerlo bien, tanto que
nos costó cierto trabajo decidir cuál poner.
El equipo formado por: María, Julio, Adrián, Rubens y Amaia
se llama Aro Berri, del euskera. Significa nueva era, ya que la mayoría del
equipo lo forma gente nueva, y también para comenzar algo nuevo completamente
motivados.


El equipo formado por: Jorge, Irene, Nacho y David se llama
Theia, la luna que surgió del choque de dos planetas, para ellos el cambio que
nace del choque de dos quintas.
Los dos equipos trajeron buenas propuestas para el nombre de
unidad, por un lado estaba Vencejo, que es un pájaro que nunca deja de volar,
ni para comer, dormir... La idea era que fuéramos constantes, que no nos
dejáramos caer y que voláramos siempre para conseguir nuestras ideas. La otra
propuesta era Crescenza, la idea estaba asociada al crecimiento como personas
durante este año, a alcanzar una madurez, y a conseguir grandes cosas con pequeños pasos.
Al final nos quedamos con Crescenza, porque creemos que la
etapa en la que estamos es la de madurar, y la de crecer y que es algo más
asociado a escultas, ya que pensamos que debemos volar para conseguir lo que
nos propongamos durante toda nuestra vida. Aun así fue muy difícil escoger y
los dos nombres nos gustaban, pero a partir de ahora pasamos a ser la Unidad
Crescenza.


Después de comer no nos dio tiempo a descansar ni un
segundo, porque nos fuimos a hacer una ruta juntos. Aunque a algunos nos costó
más que a otros, subimos por una montaña y los scouters nos enseñaron un
espacio de medio ambiente (El Arboreto) donde había arboles traídos de diferentes sitios de
España, e incluso del mundo. También conocimos un árbol, en el que el mismo B.P
explicaba que era el mejor para realizar fuegos, y su corteza era como un papel
muy fino, y a parte vimos muchas otras cosas, muy interesantes y nos reímos
mucho. Vamos cogiendo ritmo para hacer un buen raid este año.
Después volvimos a bajar al albergue, Adrián y Amaia habían
preparado unas actividades de conocimiento, porque recordamos que este año
somos bastantes los que somos nuevos en la unidad y aún no nos conocemos
demasiado, pero esperamos que la actividad sirviera para conocer algunas
cosillas que no sabíamos de cada uno.

El marco del juego era un Gran Hermano y teníamos que
superar las últimas pruebas del casting para acceder a la casa. Nos dividieron
en dos grupos y nos dieron un panel a cada uno, donde aparecía una foto individual nuestra junto a nuestro nombre, después repartieron por el suelo un
montón de datos nuestros y tuvimos que cogerlos por equipos e intentar pensar
de quien era cada dato. Tras esto tuvimos que presentarnos al casting con un
perfil que nos habían creado a raíz de un cuestionario, pero no nos presentamos
como nosotros mismos, tuvimos que
representar a algunos de nuestros compañeros. Tras esto, entramos a la casa, y
nos dijeron que no había espacio para todos y teníamos que debatir por qué
deberíamos quedarnos, que ofreceríamos y quien no debería quedarse. Como no nos
apoyamos los unos a los otros, nos contaron que un telespectador enfadado había
conseguido secretos nuestros y que para que esa información no se filtrara en
la casa debíamos ir a buscarla, por fuera del albergue en un sobre con nuestro
nombre que no podíamos abrir. Si encontrábamos nuestro sobre teníamos que
intentar que el resto no encontrara el suyo, pero mientras tanto, Adrián y Amaia nos quitaban vidas si nos veían y nosotros podíamos quitárnoslas echando un
pulso chino. Acabado el juego abrimos el sobre y dentro había una foto de la
unidad.
Por la noche hicimos el fuego que
llevábamos preparado de Madrid, aunque nos costó bastante ensayarlo y hacerlo,
porque aún nos da un poco de vergüenza y nos cuesta soltarnos, pero esperamos
que conocierais cosas de nosotros y disfrutarais viéndonos. Y tras una noche de
alguna risa que otra jugando al psiquiatra y un poco de charla nocturna nos fuimos
a dormir.
Y al día siguiente… ¡DÍA GENERAL! Nos gustó muchísimo,
porque fue la primera vez que jugamos por unidades y también por equipos con
diferente gente del grupo. Intentamos relacionarnos un poquito con todos,
disfrutar con los niños y aprender cosas. Y una vez acabadas las actividades,
comida, recogida, bajamos a la Renfe… Y cuando nos dimos cuenta, ya estábamos
otra vez aquí.
Sin más que decir, tras un buen fin de semana, vamos
progresando.
La unidad Crescenza (que espera crecer este
año).
0 comentarios:
Publicar un comentario